martes, 29 de enero de 2013

PRENSA

En esta sección podemos ver algunos de los trabajos de algunos de nuestros compañeros es el caso de Angeles Alex con su texto la naranja dorada publicado en el periodico Ideal.


La naranja dorada

Escrito por ÁNGELES ALEX GUZMÁN
Miércoles, 19 de Diciembre de 2012 12:14

Allá por los años 50 a las afuera de  Madrid..existían barriadas de casitas bajas que irían desapareciendo por pisos subvencionados a lo largo de los años. Hermosos parajes y prados donde correteaban los crios a sus anchas, jugando a la pelota ó intercambiando cromos de futbolistas.


Eran dias de adviento y preparativos Navideños dentro de las posibilidades de cada uno. Ana tenía 8 años,  hija única, vivía con su abuela y una tía soltera, pues su madre falleció siendo ella muy pequeña, su padre, según le decia su familia, se habia perdido en el campo, ya nunca más regresó, por eso ella..cuando se alejaba un poco, tenía temor de que le pasara lo mismo que a su padre, pero tambien la atracción de seguir andando por si lo encontraba algún dia, tenia el pelo pelirrojo con trenzas largas, de carácter juguetón y confiada, sus primos vivían muy cerca,  la consentían, la achuchaban con abrazos, solo cruzar la calle entraba a casa de su familia.

Un Domingo temprano que aún habia silencio en la casa, se despertó y cruzó la calle, encontró la puerta entornada, sentándose en una silla esperando que alguien apareciera, todos estaban aún dormidos y nó quiso molestarlos, se levantó y cogió una naranja del frutero que había encima de la mesa, era la única que quedaba, estaba algo blanda y no tenía buen aspecto, la cogió mas bien para jugar con ella, elevarla al aire y volverla a tirar, salió corriendo y entró en su habitación, la dejo sobre la mesita y se tumbó sobre la cama, serían las 9 aproximadamente de la mañana, oyó trajín en la cocina, pero un leve sopor la transportó lentamente al mas fantástico de los sueños...la naranja  que había cogido,  brillaba con un fuerte color dorado, giraba sobre si misma..... despacio hablándole a Ana... cuando te despiertes, cogeme, ábreme por la mitad, no te dé miedo... la luz  fué desapareciendo lentamente, poco despues se despertó y la observó, la naranja ya no estaba mústia, tenia un brillo especial, como estrellitas doradas, Ana no se atrevía a tocarla, finalmente la cogió con temor, la miró dandole vueltas para ver si era de verdad o un espejismo, intentó abrirla..pero estaba muy dura..la puso cuidadosamente en el armario, se recostó sobre la almohada, cerró los ojos un momento para comprobar si lo que había visto era cierto, le habian contando muchos cuentos de Calleja su abuela que venían envueltos con el chocolate, esto era nuevo para ella, al abrir los ojos, la fruta estaba sobre el regazo de la cama partida por la mitad, sus gajos eran como bolsitas transparentes llenas de pepitas de oro,  la tocó con el dedo índice cuidadosamente  no fueran a romperse.
Ese dia no dijo a nadie nada, llegó la noche y Ana durmió algo inquieta. Una voz a lo lejos le fué hablando suavemente, Ana....ten fé.. veras los resultados muy pronto. Un sol espléndido entró por la ventana de la habitación, la niña alargó la mano medio dormida y a tientas  tocó la manzana y la puso junto a su corazón que empezó a latir aceleradamente ¿que haría con ella se dijo para sí? esa noche Ana soñó que los niños de las Favelas en Brasil tenían zapatitos, comida en abundancia, juguetes y casa para vivir, en Afríca había muchos colegios y los niños jugaban vestidos todos con uniformes, todo eran sonrisas de felicidad, la radio dejó de emitir tragedias mundiales para que un coro de Angeles rodeados de niños de todas las razas cantaran Noche de Paz,  la fé en Dios. Esa Navidad fué mas intensa en los corazones del mundo entero, los papás tuvieran trabajo para darles de comer a sus hijos..  ¡¡que nunca mas hubiera guerras , terremotos o inundaciones..y por último....que apareciera su papá algun día. Al despertar al día siguiente, la naranja estaba como  al principio, blanda y estropeada. Salió a la calle al oir gritar y cantar a los niños villancicos alrededor de una lumbre.
Ana miró al cielo millones de partículas doradas se esparcian por doquier, los niños estaban asombrados, ¡¡era oro¡¡ ¡¡gritaban y corrian a sus casas llenos de felicidad... su abuela le había contado que había tocado la loteria por casi toda España, la prensa y emisoras de radio anunciaban unas Navidades llenas de felicidad y bullicio...La Nochebuena Ana fué a la Misa del Gallo, a dar gracias al niño desnudito que estaba en el altar... al volver a casa había un hombre sentado...¡¡había vuelto aquella Navidad  su añorado papá¡¡  .. ¿serían todos los niños del mundo tan felices en el siglo XXI como aquel 1954? La fé y esperanza de Ana había obrado el milagro de la solidaridad  en un mundo mejor y de Paz.

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